CÓMO LOGRAR ALUCINAR EN 30 MINUTOS SIN NINGÚN TIPO DE DROGAS
Aldous Huxley imaginó que en un futuro existiría una droga llamada “soma”, que tendría la cualidad de eliminar todos los sentimientos negativos sin tener ninguna consecuencia. En el mundo de la novela “Dune”, de Frank Herbert, “melange” es una especia que en pequeñas dosis provoca una vida más larga e incrementa los sentidos; mientras que “Blue Sky” es descrita como la metanfetamina perfecta en “Breaking Bad” y “Slo-Mo” es la droga por la cual Ma-Ma construye su imperio en “Dredd”.
En la literatura las drogas son más que protagonistas de diversos mundos de ficción, también han ayudado a crear mundos a través de la alteración de los sentidos. Autores como Stephen King, Ayn Rand y Robert Louis Stevenson afirmaron que en algún momento de sus vidas usaron estas sustancias para crear sus obras. No debería extrañarnos, los alucinógenos pueden ser medios sumamente útiles durante el proceso creativo, sin embargo, es sabido por todos que el “soma” todavía no existe y las drogas lentamente consumen la vida y el cerebro.
El principal sentido que altera estas sustancias es la percepción, en la mayoría de las personas es tan perfecta que jamás nos detenemos a pensar cómo es que funciona, pero en algunos individuos llega a fallar. Los doctores Potzl y Redlich fueron unos de los primeros investigadores que reportaron un desperfecto: encontraron a una mujer alemana a la que se le dificultaba el simple hecho de prepararse una taza de café: tenía pausas que podían durar quince minutos en las cuales era incapaz de entender lo que estaba haciendo para considerar posible lo que interpretaban sus sentidos: un glaciar saliendo de su recipiente. Esta mujer sufría de acinetopsia, un desorden neurológico que afecta la forma en que percibimos el movimiento.
Es a través de estos casos que podemos comprender el milagro que significa la percepción. Todos tenemos trillones de neuronas que lanzan impulsos eléctricos al mismo tiempo: cuando tenemos una taza de café frente a nosotros, el cerebro activa diferentes regiones que controlan nuestra percepción del color, olor y forma. Es la activación de todos estos elementos lo que produce el pensamiento que nos indica que estamos ante un objeto.
Todavía es un misterio saber qué es lo que organiza a todas las neuronas para que puedan generar nuestra percepción, pero lo que es un hecho es que existen medios para llevar a este milagro un paso más allá sin la necesidad de utilizar sustancias que afecten nuestro ser.
El experimento Ganzfeld es un efecto de la percepción causado por la exposición de un campo de estimulación uniforme no estructurado. Cuando el cerebro es expuesto a un estímulo uniforme (como una luz constante o ruido blanco), aumenta el ruido neuronal en busca señales visuales y auditivas, que son interpretadas en la corteza visual superior y dan lugar a las alucinaciones.
Este efecto era conocido desde tiempos antiguos: Pitágoras aseguraba que entraba a cuevas oscuras para tener sus visiones, mientras que mineros frecuentemente aseguran tener alucinaciones después de estar varios días en la oscuridad. Ante todo esto queda preguntar: ¿Cómo se puede crear el experimento Ganzfeld?
Para realizar este efecto debes crear un estímulo sensorial uniforme que abarque tu vista y oído, esto con la intención de obligar a tu cerebro a crear imágenes y sonidos.
Algunos aconsejan que la mejor forma de bloquear la vista es por medio de pelota de ping pong, pero los ojos de las personas siempre son diferentes y la luz puede entrar en los bordes. Debido a esto, lo mejor es utilizar hojas de papel blancas.
El primer paso es cortar la hoja en forma de una máscara para dormir
En los extremos de la hoja colocarás bandas elásticas para que sostengan la máscara en su lugar.
En la base de la máscara deberás de colocar algodón para evitar que cualquier rayo de luz pueda entrar.
El ruido blanco es indispensable para evitar cualquier estímulo del mundo exterior. Unos audífonos que cancelen el sonido serán ideales para conseguir este efecto, de lo contrario deberás encontrar un lugar sumamente silencioso.
En promedio las alucinaciones llegarán después de entre diez y treinta minutos. Según las personas que han experimentado este efecto, primero serás testigo de una explosión de color, a continuación estas tonalidades comenzarán a cobrar formas geométricas y por último, podrás ver imágenes claras e incluso sonidos.
Hay diversas formas de alterar la percepción, desde drogas recreativas hasta pinturas que nos hacen dudar de la realidad. Este sencillo experimento abrirá tu mente a un mund0 que en condiciones normales se encuentra oculto.
FUENTE y FOTO: CULTURACOLECTIVA